He vuelto a soñarlo: inmóvil de pronto
en la espesura, entre árboles húmedos, aturdido,
temblando por momentos, escuchando alejarse un eco apagado.
Un piso musgoso, casi incoloro, desaparece
bajo la recia lluvia entre las siluetas de los árboles.
Me esfuerzo, apreciando el eco un instante más.
Si pudiera conservarlo… familiar si pudiera conservarlo…
un árbol negro de doble tronco —dos árboles
que forman uno— eleva sus ramas confusas.
En su infinitesimal danza de crecimiento, los dos troncos
se han entrelazado por completo, su unión
una cicatriz lentamente retorcida, que reconozco…
Un rápido arco destella cruzando el aire,
una pesada espada en vuelo. Un golpe sordo:
el hierro se hunde en el corazón jadeante.
Volveré a soñarlo.
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Traducción de Esteban Moore