De su libro "Amo tus pies mugrientos" (Panamá, 2011)
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VISIÓN FINAL
- Oye, Cris. Anoche soñé que te suicidabas.
- ¿Sí? ¿Y cómo?
- Así, así... Mientras hablabas conmigo.
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TRATAMIENTO
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VISIÓN FINAL
- Oye, Cris. Anoche soñé que te suicidabas.
- ¿Sí? ¿Y cómo?
- Así, así... Mientras hablabas conmigo.
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TRATAMIENTO
Algunos dice que es una verdadera loca y que ahí donde la ves, se come un muerto y no lo eructa. Otros comentan que pase lo que pase ella es la que siempre se echa el muerto. Si se lo come o si se lo echa es lo de menos. Lo urgente aquí es que se le dé tratamiento siquiátrico intensivo para tratar su necrofilia...
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CUESTIÓN DE HORAS
Solía tener sexo, hasta que con él descubrí lo inefable que es hacer el amor. Y no me refiero a hacerlo de la manera en que la gente que está enamorada dice consumarlo. Porque es cierto, algunos piensan que poner el corazón en la cama implica sentimientos más intensos que van más allá de una simple cogida. Pero, ¡qué va! Lo que el y yo develamos juntos es otra cosa. Desde entonces comprendí que fui una loser al creer que los orgasmos múltiples llenos de ternura y pasión que me hicieron vibrar en algunos colchones era lo máximo que se podía experimentar. Y eso que se trataba de dos chicos que en realidad me querían bien y con quienes viví emociones indelebles. ¿Por qué negarlo? El problema es que todos (al igual que yo solía opinar) creen erróneamente que para hacer el amor, el sexo y el contacto físico son esenciales. Por eso, cansada de confrontar a la humanidad congestionada de conceptos superficiales, fue que decidí encerrarme en este pequeño espacio. Al menos 140.256 horas, que es el tiempo en que acordamos (por razones que no pienso revelar) volver a encontrarnos cuando él por fin baje de vuelta a mi mundo.
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