ESTACIÓN DEL ALBA I
En la arena circular del agua
andar o desandar un reloj
es encontrar la cara cubierta de musgos
para sembrar margaritas
Ha sido así
es así:
(sobre el lecho de piedra
y debajo de él)
beber
con los ojos abiertos o cerrados
el espejismo
de tomar el tren en la estación del alba
y las maletas
(sin comprar el boleto de retorno)
otra vez en la estación del alba
¿Irse
regresarse?
Cada sol
desvivido
Cada sol
habitado
Toda alba fuego
Ceniza toda alba
Siempre más hembra...
más hombre...
más tierra...
.::
ESTACIÓN DEL ALBA VII
Te digo
que es elemental
como el mar a los ríos
Lo saben líquenes
sardinas
y caballos marinos
Te digo
que es así
siempre ha sido así:
junto a tu piel
anochezco y muero
sin embargo
que nuevecitos
me amanecen
junto a tu piel los dedos.
.::
AUTORRETRATO
Ni cabello de ángel
ni concierto de claro plenilunio
mucho menos
bodegón de vinos y naranjas muertas
sólo
yerba flagelada
tortura del suelo
barro
barro rabioso
lodo en fuego
donde la llama pare
el feliz
y diferente amanecer que ya no toca.
---
Tomado de Reflexiones junto a tu piel, poesía, Diana Morán, Editorial Signos, México. D.F., 1982
En la arena circular del agua
andar o desandar un reloj
es encontrar la cara cubierta de musgos
para sembrar margaritas
Ha sido así
es así:
(sobre el lecho de piedra
y debajo de él)
beber
con los ojos abiertos o cerrados
el espejismo
de tomar el tren en la estación del alba
y las maletas
(sin comprar el boleto de retorno)
otra vez en la estación del alba
¿Irse
regresarse?
Cada sol
desvivido
Cada sol
habitado
Toda alba fuego
Ceniza toda alba
Siempre más hembra...
más hombre...
más tierra...
.::
ESTACIÓN DEL ALBA VII
Te digo
que es elemental
como el mar a los ríos
Lo saben líquenes
sardinas
y caballos marinos
Te digo
que es así
siempre ha sido así:
junto a tu piel
anochezco y muero
sin embargo
que nuevecitos
me amanecen
junto a tu piel los dedos.
.::
AUTORRETRATO
Ni cabello de ángel
ni concierto de claro plenilunio
mucho menos
bodegón de vinos y naranjas muertas
sólo
yerba flagelada
tortura del suelo
barro
barro rabioso
lodo en fuego
donde la llama pare
el feliz
y diferente amanecer que ya no toca.
---
Tomado de Reflexiones junto a tu piel, poesía, Diana Morán, Editorial Signos, México. D.F., 1982